No han pasado más que unos días desde que el Juzgado de Instrucción de Ribadavia archivó la denuncia que presentó el alcalde de A Lama en mi contra por colocar un antiguo mojón indicador en la carretera de Xesta, pintarlo y restaurarlo.
Hoy nos enteramos de que está imputado por destruir la antigua Ruta dos Arrieiros a su paso por la aldea de Verducido.
En 1745, Frei Martín Sarmiento recorrió esta ruta y contó las peripecias de los arrieiros entre Ribadavia y Pontevedra. Evidentemente, el alcalde nunca leyó estas crónicas.
Entre la rehabilitación, propuesta por nosotros en algún pleno ordinario, y la destrucción, el alcalde escogió la segunda.
Entre piedras de 300 años y asfalto, el alcalde lo tenía claro.
Ahora, el camino del alcalde es otro: la dimisión. Es lo que queda, es lo que hay.
Por cierto, aquella vez que propusimos que el camino había que adecentarlo, el PP votó en contra. Aquí los argumentos de la Señora Portavoz del PP en el Concello para votar en contra:
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