Me ha sorprendido la cantidad de basura que se puede generar en una fiesta como la que celebramos los días 23 y 24 de junio en Os Prados. Botellas, latas, bolsas de plástico (las más dañinas), e infinidad de residuos que te puedes encontrar en una carballeira que es, un pulmón para nuestro Concello.
Pero si eso me sorprende, me asusta aún más que haya tantas personas que no tengan un mínimo de conciencia por la protección del medio ambiente en el año 2011, y con tanta información a mano.
Ayer tarde, en la Taberna de Xesta hablaba con unos amigos de un problema de civilización, de educación, pero también de amor.
De civilización por que es muy complicado que un ciudadano hoy por hoy, no sepa del daño que causa para los ecosistemas ese vaso de plástico, esos cubiertos de plástico y ese plato de plástico que usaron para comer el Churrasco y beber el vino en la Víspera de la Fiesta.
De educación por que colocamos claramente letreros indicando a la gente donde tirar la basura, pues el Concello facilita todos los años más contenedores para el servicio de la fiesta.
Pero también, de amor. Por que aquel que se jacte de querer esta tierra, no la mancha, no la ensucia...
Desde aquí ese llamamiento. Para esas fiestas que hay hoy en O Peso y Xesta, o las que vienen en Cambeses, Cendón, Liñares, Antas o A Lama. Pero sobretodo para las siguientes en As Ermitas y Os Prados, que tienen los dos pulmones de nuestro Concello, y que terminan tan mal después de la fiesta.
Y no echemos la culpa al botellón, por que hablando se entiende la gente. Un grupo de chavales hizo el botellón ayer, víspera de la Fiesta de Xesta en las puertas del cementerio. Es extraño que no encontraran un sitio menos lúgrube para festejar, pero a las 3 de la mañana eso estaba lleno de basura. Preocupado por la celebración de la misa al día siguiente, hablé con ellos y les pedí que limpiaran todo cuando marcharán. Pensé que no me haría ni caso, pero cual fué mi sorpresa que al llegar hoy a la misa no habia ni rasto del botellón en el cementerio de Xesta.
Creo que es un buen ejemplo de que divertirse y ser cívico es compatible.
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