Fué muy comentado lo que pasó en el último pleno de A Lama. Desde un principio del debate (cuando el alcalde me dejaba hablar) afirmé que estaban adjudicando el servicio de ayuda en el hogar a un empresario que estaba imputado en 12 piezas separadas por 5 delitos en el juzgado de instrucción 2 de Pontevedra.
Los concejales del PP, me acusaron de mentir y decir cosas sin fundamento. "No tiene pruebas", gritó alguna exultante concejala.
En las redes sociales recibí unas cuantas críticas por lo que había pasado.
La noche siguiente un tipo (o una tipa) muy ilustrado pintó en el portal de mi garaje un símbolo nazi al revés y una cruz. Una gamberrada sin importancia, pero que forzosamente tiene que guardar relación con lo que pasó un día antes (eso lo tendrá que determinar la Guardia Civil
Hoy sabemos que era verdad, que lo que dijimos, TODO era verdad.
El alcalde y sus concejales adjudicaron el servicio que atiende a nuestros mayores a un señor imputado por:
Delito Societario Continuado.
Apropiación indebida.
Falsedad en documento mercantil.
Estafa.
Falsificación de certificaciones.
Una vez más, teníamos razón.
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