Una tragedia como la que se está viviendo en Santiago de Compostela estos días nos invita a reflexionar sobre lo fugaz que puede ser la vida.
Muchos hemos cogido ese tren, muchos esperábamos a ese 23 de julio para trasladarnos a las fiestas de Santiago, eran las mejores.
Lamentablemente, el día va a quedar marcado para siempre, va a ser muy dificil olvidar lo que pasó este día año con año.
En A Lama, como en la mayoría de los concellos gallegos, se debieron suspender las fiestas oficiales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario